8 de marzo, fecha que como fecha es solo un día del año, pero en 1908,
debido a tanta opresión e injusticia, cientos de obreras textiles habían
decidido luchar por sus derechos tomando la fábrica, y murieron incendiadas en
ella. Esta lucha continúa y esta cruel realidad que encarnamos todos sigue
siendo tan hostil y aberrantemente injusta con las mujeres y con todxs quienes
no pertenecemos al género dominante y protagonista: el masculino. Protagonista.
En este mundo lxs demás somos personajes secundarios o menos, invisibilizadxs.
En cuanto ser mujer no hallo mucho para festejar. En primer lugar, no me
considero a mí mujer: nunca me sentí identificada con un montón de prácticas
que se les atribuye, la verdad pienso que puede ser una etiqueta de tantas más que
nos ponemos entre nosotrxs lxs seres humanxs, cosas de las que nos convencen.
En fin, me di cuenta de que desde que nací el Estado, la sociedad, mi familia
etc. me dijeron que soy mujer y aún no entiendo qué es eso de ser mujer; me
impusieron, no me propusieron, el ser mujer. Yo quisiera haberlo elegido, y no
fue así, por ende, hasta que no elija algo (y creo que no es necesario) me
siento muchísimo mejor simplemente siendo yo. Soy yo. Siéndome lo más libre y
mejor que puedo. Esa es mi manera de serme y desde ahí, es decir mi aquí,
aclarando que estoy aquí, quiero decir lo que voy a decir.
Otra razón para no festejar (más adelante diré otras que sí me provocan
celebrar) tiene que ver precisamente con esa realidad aberrante que encarnamos
todos los días. La violencia en todas sus formas persigue y hostiga solo por
haber nacido con un aparato reproductor y no otro. Tan solo en un año en el
mundo, solo por ser mujeres, matan a decenas de miles. El negocio del secuestro
y la trata de personas escupe más de 32.000 millones de dólares por año en
manos de gente sin humanidad, ni escrúpulos, y de codicia insaciable. De las
que son secuestradas, vendidas y esclavizadas laboral o sexualmente el 80% son
mujeres. Vivimos en un mundo anti-mujer, altamente misógino, que nosotrxs
mismxs construimos cada día con todo lo que somos y con todo lo que dejamos
ser. Desde las propagandas, las cosas que les decimos a lxs niñxs, lxs juguetes
que se fabrican y les compramos, las cosas que decimos, las bromas que hacemos,
desde estas y otras formas de violencia simbólica, que puede ser sutil,
imperceptible (pero muy efectiva como instrumento de condicionamiento mental,
opresión y dominación) desde ahí y pasando por todas las formas de herir
psicológicamente y físicamente, por los distintos roles que impuestos a mujeres
les coartan derechos ignorando e invadiendo su privacidad y libertad, y
llegando hasta el horror de las violaciones y el femicidio, el secuestro, la
esclavitud y la explotación. Todas estas realidades golpean directamente no
solo a las mujeres sino también a todxs aquellxs que no pertenezcamos al género
hegemónico, el masculino.
No estoy diciendo que los hombres no sufran, estoy diciendo que hay una
segregación y un "trato especial" para con todxs lxs que no somos
hombres heterosexuales, una gran discriminación que nos obstaculiza mucho más
injustamente y que tiene que terminar; como todas las formas de discriminar
tenemos que hacerla desaparecer aunque esté presente en tantos sitios, aunque
nosotrxs mismos la encarnemos conscientemente o en contradicciones
inconscientes.
El hacer chistes y/o utilizar para insultar términos que refieren a una
identidad de género denota que quien lo hace piensa que es ridículo o inferior
o malo por ejemplo ser mujer o gay; y esas pequeñas cosas que muchos dejamos
pasar conforman esa cultura machista que nos mantiene reproduciéndola hasta que
no nos decidamos y actuemos. El machismo está presente en todxs nosotrxs,
fuimos criados en esta sociedad, hemos aprendido a naturalizar muchas cosas, debemos
abstraernos y ser autocríticos. El capitalismo es una de las bases que sostiene
toda esta discriminación pero no pienso que fuera de él no pueda estar
presente. El machismo también opera dentro de otras ideologías políticas,
muchas veces personas contrarias al capitalismo y/o adeptas a un pensamiento de
izquierda, con sus prácticas reproducen el machismo más sórdido.
Yo no me considero mujer y valoro enormemente el trabajo, la lucha y todo
lo que tienen que soportar las mujeres que deciden ponerse de pie y decir
¡Basta! También nosotrxs, lxs pertenecientes a otrxs identidades: gays,
lesbianas, bisexuales, trans, hombres, heterosexuales, (¡todxs!) que sienten
visceralmente la necesidad de hacer algo, de detener esta violencia y borrar
estas diferencias y persecuciones, a todxs lxs que de diferentes formas van a
contracorriente aunque sea un poquito, a todxs lxs que dan tanto y a muchxs que
lo dan todo, todxs ellxs sí me hacen sentir que este puede ser un día para
festejar algo y más importante aún, que en el día a día, sin discriminar el
día, está la realización de nuestros sueños de libertad plena. Eso es lo que
festejo, a todxs lxs que luchamos (mujeres que no luchan, no. Je, no las
celebro en cuanto sólo conforman la reproducción y fortalecimiento de la
idiosincrasia machista, como mínimo. Vendrían a ser parte de lo que puse
primero, lo que lamento: la violencia que sufren) porque lo sufrimos, y en esto
incluyo a hombres heterosexuales (que sé que los hay y tengo el placer de
conocer algunos) que también lo sufren, que sufren la existencia de tanta
injusticia y misoginia y sexismo, y en eso demuestran que ellos no se suben a
ese tren desde donde piensan que somxs distintxs, rarxs o peores por no ser
varones. Tren en el que van miles y miles de personas de todas las identidades
de género, lamentablemente. Como decía, lo sufrimos y queremos hacer algo. Ese
algo por más pequeño que sea, no es prescindible. Quisiera poder sentir que
hago mucho, pero es que hago poco. Alguito es, al menos, supongo. Reflexionemos
y discutamos estos asuntos. Con todxs lxs que podamos de nuestro entorno.
Aunque pensemos que no le gustará o interesará, saltemos esa valla de
prejuicios y le digamos: ¿Vos qué pensás de...? :) El solo plantearlo a la
mente no es poco, es el principio.
Para finalizar expongo una opinión más, acerca de lo que podemos
proponernos como el fruto de esta lucha. Lo digo y es sólo cómo lo veo yo, mi
deseo: para mí el objetivo es lograr ser otro tipo de sociedad, que las
sociedades del mundo sean de tal forma que las discriminaciones desaparezcan,
donde podamos cada uno ser plenamente, respetados todos, que a nuestras
posibilidades y derechos no les corten las alas, ni una sola pluma, donde
podamos vivir sin ser rechazados ni cuestionados ni perseguidos por tener la
identidad de género que deseemos tener.
Y una propuesta: abrirnos y pensar en todxs lxs
sectores como receptores de nuestros discursos y planteos. Pensar y discutir
nosotrxs es importantísimo y así también lo es pensar en cómo llegar incluso a
aquellxs que puedan parecer totalmente desinteresadxs. Es urgente sobretodo
llegar a ellxs, no sólo denunciarlxs por su machismo, lograr que contemplen
aquello que aún no han podido ver, lograr que se autocuestionen ellxs mismxs,
es el desafío.
9 de marzo de 2014
9 de marzo de 2014
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